domingo, 21 de septiembre de 2014

2.Literatura y Publicidad: similitudes y diferencias

En un acto de comunicación hay emisor, receptor, y canal entre otros elementos. El  primer rasgo más llamativo es que el emisor es el elemento más fundamental, es el autor, pieza imprescindible y protagonista de la literatura. En los textos publicitarios no es importante, lo que destaca de la publicidad es el producto que se promociona. El anonimato se asimila a un fantasma o un negro literario, es decir, la persona que hace un trabajo literario para otro. Entre las obras anónimas de la historia de España destaca el Lazarillo de Tornes.

El nombre de un escritor es similar a la marca, lo importante en la publicidad es la obra. Los romances también se transmitían de manera colectiva, pero de manera oral. Saber el género de una obra nos permite conocer muchas cosas, entre ellas, el autor.

Las obras escritas en colaboración, con el teatro, es especial porque los textos no están escritos para ser leídos. Hay un intermediario. Los guiones de televisión son obras donde el nombre del autor va  perdiendo importancia.
En el caso de la publicidad, el texto está al servicio de alguien, ses encarga de una agencia publicitaria, la cual va cambiando de estatus. En el cine hoy en día se atribuye  el mérito al director.

Otro rasgos la libertad creativa. Existen varias funciones en el lenguaje, la más importante en la publicidad es la apelativa, refiere directamente al receptor. La publicidad se ha refinado, disimula la publicidad apelativa.
Antes había un sinónimo que se  ha cargado de manera negativa, es la palabra propaganda, la cual tiene origen religioso.

Los anuncios eficaces son los que se asocian a los elementos que gustan al consumidor.

1.El Duero, cartel y poema

Un cartel publicitario de un vino, Rivera del Duero, combina poesía y publicidad. El término poesía es algo ambiguo, cuando os referimos a una poesía, nos referimos a un escrito concreto, mientras que si nos referimos a la poesía, puede significar a su vez género literario y belleza.
En este cartel se vende más el deleite del vino, además de que el Duero está muy relacionado con el mundo de la poesía, como por ejemplo, el poema de Antonio Machado.

Antonio Machado escribió A orillas del Duero. En la primera edición podemos notar los cambios de ortografía que se han producido hasta la actualidad. Cuando leemos nos fijamos en el texto, no en cómo está escrito, a no ser que algo nos resulte particular. Los textos precisan de una letra elegante, márgenes apropiados y sin errores. La ortografía tiene que ser común a todos.

El poema se compone de versos alejandrinos, compuestos de dos heptasílabos cada uno, la rima de pareados puede ser asonante o consonante, un esquema muy propio de Francia.

En la primera parte del poema, Machado describe un paseo cerca de Soria, al rededor del Duero, el cual transcurre desde la tarde hasta que se pone el sol, comienza en un momento del día muy caluroso.
En la segunda parte, se hace una descripción negativa de Castilla y España en general. Se habla de la decadencia, es un poema regeneracionista. Se habla también de los habitantes de Castilla, mencionándolos como ignorantes. El reino de Castilla tenía afán por extenderse y unificar, algo que se ha perdido y que Machado critica. La guerra, la conquista y la religión, un rechazo del estudio y el trabajo, todo ello anticuado y como símbolo de que Castilla no ha progresado, al menos en la Castilla de la que habla el poeta.